Interoperabilidad sí o sí.

En un entorno como el nuestro, en el que cada vez prima más la accesibilidad de la información clínica del ciudadano paciente, sea cual sea su origen, la palabra interoperabilidad adquiere una significación especial.

La definición de interoperabilidad como tal sería "conjunto de procesos de comunicaciones que garantizan la cooperación entre diferentes entornos de SI".

En nuestro sector, la interoperabilidad garantiza que cuando desde el HIS hacemos una petición de laboratorio, esta llega al LIMS, cuando el LIMS tiene los resultados lo notifica al HIS, desde el HIS es posible acceder al visor del PACS, desde CEX se puede consultar un anterior episodio de hospitalización o desde AP las prescripciones activas y las últimas pruebas de laboratorio...

Se trata de garantizar el contínuo asistencial.

Se trata de optimizar recursos eliminando pruebas redundantes.

Se trata de garantizar la seguridad del paciente.

Se trata de no introducir información redundante, p.e. alergias e intolerancias.

Y también se trata de mantener la confidencialidad en todo el proceso.

En el caso español, además, puede existir otros temas como puede ser de registro: 6 de las 17 comunidades autónomas tienen lenguas cooficiales y cabe la posibilidad de que partes de la HC esten registradas en otras lenguas diferentes al español... por tanto los sistemas de integración debieran disponer de algún módulo de traducción automática.

Si lo miramos en un contexto europeo (cross-border), la fragmentación aún es mayor, pues además se trata de aunar información que, en algunos casos, responde a realidades legislativas que afectan directamente al contenido y formato de la HC... sin olvidar los temas de traducción.

Dos iniciativas europeas "cross-border": epSOS y TEN4health.

La interoperabilidad no tan sólo alcanza a procesos clínicos sino que también alcanza a lo que sería la dispensación de farmacia: la e-prescripción, la "receta electrónica".

Modelos como el español, donde la oficina de farmacia es colaboradora del sistema sanitario, son diferentes al sueco, donde la oficina de farmacia es parte del sistema sanitario... el resultado es el mismo, el enfoque es diferente.

En el modelo español hay una receta por especialidad farmacéutica; en el modelo danés todas las especialidades farmacéuticas prescritas en un único acto clínico constan en una única receta... resultado, el mismo, el enfoque, también diferente.

Otros temas pueden ser a nivel de registro técnico-clínico... hablemos de semántica.

¿Cómo lo hacemos para que el documento clínico sea entendible por diferentes sistemas de información, en diferentes territorios, con diferentes lenguas?

Debemos crear un marco de comunicaciones en las que el conocimiento (arquetipo) y la información sean transmitidos y entendidos en ambos extremos.

Para poner un ejemplo, se trata tanto de enviar los valores de una prueba como de saber qué unidades de medida, qué técnica, qué condiciones y qué instrumentos se han usado.

Ergo para que algo sea entendible en ambos extremos debe tener un juego común de arquetipos patrón.

Ya conocemos diferentes arquitecturas de interoperabilidad, como puede ser HL7 o CEN/TC251, pero la semántica requiere quizás de un nuevo enfoque.

Una solución es usar la norma CEN/ISO EN13606.

EN13606 es una norma que permite la comunicación entre diferentes sistemas de información sanitarios y que como característica más destacable separa el conocimiento de la tecnología de información.

Encontraréis más información sobre esta norma en ISO o AENOR. En ambos sitios el acceso a esta norma es de pago.

Podéis también encontrar un resumen de muy alto nivel en openEHR.

Por último, como dijo Javier Marzo, del Departamento de Salud del Gobierno de Aragón, en el 1er Foro de Historia Clínica Electrónica en el Sistema Nacional de Salud, al finalizar su exposición, durante las sesiones del proyecto SGP con los diferentes usuarios, se dieron cuenta de que "el conocimiento reside en la organización".

EN13606 permite que este conocimiento sea independiente de la tecnología.